Indiferencia

Nadie le gana al hartazgo y depresivo mes decembrino e invernal... nacemos solos y morimos solos, no importa cuanta gente esté a tu alrededor. La ceniza y nube gris se mantiene a flote en un corazón envuelto de sangre que gotea con cada segundo... qué bonito ¿no?, nunca me libro de ella... ya qué... es una forma de vida.

Cierra la boca

y deja de respirar... quizá asi, el frío invernal deje de sentirse, no hay razones, solo cierto hartazgo por la misma gente con las mismas actitudes, y esas malditas risas diarias de gente supuestamente "alegre", qué asco... sigo pensando que nadie puede ser tan feliz... aún asi, ahora tengo ciertas dudas... no me puedo quejar... eso de que la quieran a una es bastante agradable.
Pues a seguir caminando, viene la época helada, ¿quién ganará?, ¿depresión vs?, estoy pensando que la dimensión acostumbrada está a punto de cambiar, quizá en 1 año o menos, suena interesante... con solo ver sus ojos, me hace querer leer más de esa historia... quiero pensar que vienen cosas buenas... entre ellas, muchos viajes a la playa... aún hay fé.

ESFER

Despliegan las esferas traslúcidas colores azules, rojos, sabor a chile pasilla,
Me encojo malherida sobre tomates gorditos a punto de cocerse en agua caliente,
Mírame en los textos virtuales tocando tu lengua, labios sabor a sal,
Un piano que de pronto toca 3 notas al mismo tiempo, y al fondo se hunde seca, la ola arenosa molesta por ti…
Cuéntame jacaranda, el ritmo marchito que describiste en primavera,
Que éste extraño describir parece cobrar vida propia y amarrar tonadas pegajosas,
Ya de pronto todo parece tener más luz blanca vista de lado, no sé en qué ventana te encontrabas, mi silueta buscaba bailar con tu cortina de seda razgada,
Fue cuando de lejos vislumbré tenue el canto mudo del ave colibrí,
Fuerte voz callada que buscaba nuevamente salir de azoteas viejas, con escobas gastadas y alambres volteados en espiral, todo conspirando,
Las formas tomaban figuras de puertas blancas con vidrios verdes y amarillos,
En cual de ellos estaba tu mi cara,
Me perdí comiendo elotitos tiernos de un pequeño vaso color metal,
Ya no importa que pierda o coma letras, lo que quiero es que me rimes palabra,
Hoy apareces de equilibrio iluminado,
Los ruidos, rechinidos del barandal parecen rescatar el secreto de los ojos,
Mil y uno más hinchados y curvos esperando nuevamente observar la noche de estrellas azucaradas con cajeta y listones carmesí,
Caricias tenues con fortalezas de hermana,
El nuevo dia parece gritarme, jalarme, manejarme, robarme,
Los respiros futuros, no dibujados aún en la línea de pluma negra,
Prefiero flotar nuevamente, sobre los autos, la selva, árboles, voces, manzanas y plátanos, el sabor me sabe, me revela que me come la curiosa tripulante 2.3, de un sueño fino peladito como papa cocida, estoy en mi punto, en el abismo descrito, manuscrito, mal escrito por el extraño escrito, escrito por mí.

M.